Quintina Calvo Casado, maestra
Acompañó en su cuidado y educación a los más de mil niños evacuados a la Unión Soviética desde el puerto de El Musel, Gijón, el 23 de septiembre de 1937, a quienes el gobierno de la República deseaba poner a salvo de la contienda.
El exilio se prolongó durante veinte años para aquellos “niños de la guerra”.